El día Miércoles 27 de Febrero el I. Municipio de Quito con Paco Moncayo su alcalde a la cabeza, presentó lo que es el proyecto de Constitución a varios Asambleístas del país en acto solemne.
A simples rasgos parecería ser un proyecto coherente con las necesidades de los ecuatorianos en muchos aspectos, en lo político, en lo económico, en lo fiscal, etc. Pero el gran problema se dio en el aspecto de los derechos fundamentales.
Recapitulando la manera como el Municipio dio a luz este proyecto me es muy triste reconocer que hubo una violación a la voluntad y el pronunciamiento del pueblo de la ciudad de Quito, ya que en las mesas de debate que puso el municipio para que la comunidad se pronuncie, en la mesa de Derechos y garantías no hubo un consenso claro acerca de temas como el aborto, el matrimonio homosexual, la aceptación de la familia en todas sus formas de conformación, la libre inclusión de GLBTs (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales) en todas las actividades de la sociedad. Es más, la gran mayoría de personas en las varias reuniones de la mesa de Derechos estuvo en desacuerdo con que se incluyan todas estas reformas en el proyecto de Constitución que promueve el Municipio de Quito. Por lo tanto se concluyó que no se iban ha adoptar estas medidas de incluir el aborto, el matrimonio homosexual y todo lo anteriormente comentado. Pero y aquí viene la gran violación a la voluntad del pueblo, el día miércoles para sorpresa de todos, el secretario encargado de la mesa de Derechos Fundamentales y Garantías, un chico estudiante universitario de la U. Central misteriosamente nunca apareció, él era el que tenía que leer el informe de los resultados a los cuales se llegó en la mesa en cuestión, en reemplazo de este salió una mujer de estatura baja, al parecer de unos 22 años, con un tono arrogante que denotaba total ignorancia no solo del tema, sino de léxico y expresión, (y estos son los Ilustres empleados Municipales que trabajan en nuestra ciudad), una arrogancia que trató de imponer la voluntad del Municipio en adoptar estas propuestas criminales por sobre la voluntad de nosotros todos los quiteños de corazón, que amamos nuestra ciudad y nuestro país. En el proyecto se incluyó todo le que mencioné anteriormente y además no se incluyó lo más importante concebido como derecho humano al rededor del mundo, que es el Derecho a La Vida, Art. 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ah y por si acaso esto incluye a los seres humanos vivos e independientes que son concebidos y viven dentro del vientre de sus madres, porque entiéndanlo bien señores del Municipio de Quito SON SERES HUMANOS VIVOS al igual que lo fueron ustedes cuando estaban dentro del vientre de su madre.
No permitamos este atropello a nuestra voluntad que se va en contra del Derecho a la vida y tomemos acción, pronunciémonos y hagamos saber a estos pésimos funcionarios municipales que su voluntad no va por encima de la voluntad de nosotros LOS SERES HUMANOS DE VERDAD.
Felipe Lizarzaburu P.
Parlamentarios Universitarios
A simples rasgos parecería ser un proyecto coherente con las necesidades de los ecuatorianos en muchos aspectos, en lo político, en lo económico, en lo fiscal, etc. Pero el gran problema se dio en el aspecto de los derechos fundamentales.
Recapitulando la manera como el Municipio dio a luz este proyecto me es muy triste reconocer que hubo una violación a la voluntad y el pronunciamiento del pueblo de la ciudad de Quito, ya que en las mesas de debate que puso el municipio para que la comunidad se pronuncie, en la mesa de Derechos y garantías no hubo un consenso claro acerca de temas como el aborto, el matrimonio homosexual, la aceptación de la familia en todas sus formas de conformación, la libre inclusión de GLBTs (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales) en todas las actividades de la sociedad. Es más, la gran mayoría de personas en las varias reuniones de la mesa de Derechos estuvo en desacuerdo con que se incluyan todas estas reformas en el proyecto de Constitución que promueve el Municipio de Quito. Por lo tanto se concluyó que no se iban ha adoptar estas medidas de incluir el aborto, el matrimonio homosexual y todo lo anteriormente comentado. Pero y aquí viene la gran violación a la voluntad del pueblo, el día miércoles para sorpresa de todos, el secretario encargado de la mesa de Derechos Fundamentales y Garantías, un chico estudiante universitario de la U. Central misteriosamente nunca apareció, él era el que tenía que leer el informe de los resultados a los cuales se llegó en la mesa en cuestión, en reemplazo de este salió una mujer de estatura baja, al parecer de unos 22 años, con un tono arrogante que denotaba total ignorancia no solo del tema, sino de léxico y expresión, (y estos son los Ilustres empleados Municipales que trabajan en nuestra ciudad), una arrogancia que trató de imponer la voluntad del Municipio en adoptar estas propuestas criminales por sobre la voluntad de nosotros todos los quiteños de corazón, que amamos nuestra ciudad y nuestro país. En el proyecto se incluyó todo le que mencioné anteriormente y además no se incluyó lo más importante concebido como derecho humano al rededor del mundo, que es el Derecho a La Vida, Art. 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ah y por si acaso esto incluye a los seres humanos vivos e independientes que son concebidos y viven dentro del vientre de sus madres, porque entiéndanlo bien señores del Municipio de Quito SON SERES HUMANOS VIVOS al igual que lo fueron ustedes cuando estaban dentro del vientre de su madre.
No permitamos este atropello a nuestra voluntad que se va en contra del Derecho a la vida y tomemos acción, pronunciémonos y hagamos saber a estos pésimos funcionarios municipales que su voluntad no va por encima de la voluntad de nosotros LOS SERES HUMANOS DE VERDAD.
Felipe Lizarzaburu P.
Parlamentarios Universitarios
1 comentario:
Apoyo su iniciativa, y estoy de acuerdo en que es una obligación del Municipio, y de todos los gobiernos en general, defender la vida en todas sus formas y desde su inicio hasta el fin. Como católicos, no podemos permitir que se aprueben leyes que atenten contra este derecho fundamental.
Sin embargo, un par de acotaciones: por definición, la unión de una pareja homosexual no puede ser llamada matrimonio (cf.Catecismo de la Iglesia Católica, 1601), y desde el momento en que le cambiamos el nombre estamos aceptando su posibilidad.
Por otra parte, y asimismo como católicos, y aunque nuestra doctrina nos deba guiar hacia otro tipo de vida, no podemos discriminar a aquellos que (muchas veces conscientes del mal de sus potenciales acciones) deben mantener una identidad sexual contraria a la natural. Al igual que toda persona con trastornos psicológicos o físicos, los "GLBT" (no me gustan tampoco estas siglas) deben ser incluidos libremente dentro de la sociedad. Es un tema muy complejo y largo de tratar, pero debemos tener siempre presentes lo que decía el beato Juan XXIII: hay que amar al pecador, pero aborrecer el pecado.
El aspecto de "la aceptación de
la familia en todas sus formas de conformación" debería ser tomado con pinzas. Sea cual fuere la situación de los padres, los que sufrirían si dejan de ser protegidos por la Ley y el Estado son los niños. Y por esto creo conveniente que se acepte cualquier conformación dentro de un hogar, aunque no pueda ser llamado en sentido estricto, familia; con el fin único y exclusivo de proteger a los menores de edad.
Por último, creo importante no discriminar, tampoco, diciendo que la mujer es "de estatura baja", cuando las características físicas no son importantes en este relato. Tampoco se puede generalizar diciendo que porque una persona ignorante haya leído esta propuesta de Constitución, ella sea como todos los empleados del Municipio, que también hay algunos muy buenos.
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